Jorge Valdano, en quien Florentino Pérez ha delegado las negociaciones para encontrar nuevo entrenador, estuvo en París el pasado martes. Mantuvo, según fuentes francesas, al menos dos reuniones: una relacionada con Ribéry y otra con el representante de Wenger, el armenio Serge K. Según otras informaciones, tanto el entrenador como Florentino Pérez contactaron la semana pasada, posiblemente por teléfono, y quedaron en volver a hablar mañana o pasado. Y, tras las distintas conversaciones, la conclusión a la que llegó la candidatura del ex presidente es optimista: Wenger está dispuesto a ir al Madrid.
El propio técnico declaró ayer en el programa Telefoot, de la cadena TF1, "que con Florentino Pérez, el proyecto será interesante para cualquier entrenador". Y ante la pregunta de si hablará con el ex presidente dijo: "Permítame permanecer callado ante este tema". No es casualidad que hiciese estas manifestaciones en la televisión para la que colabora. La prensa inglesa se hizo eco ayer del escaso presupuesto que tiene para fichar la próxima temporada: 15 millones de euros. Con la venta de Adebayor al Milán, la cifra aumenta, pero es insuficiente y parecida a la de un equipo que lucha del 8º al 12º puesto en la Premier. Sin embargo, a él se le exige la Liga.
Explotó.
A Wenger le dijeron hace un año que se aumentaría el presupuesto de fichajes, cosa que no se ha producido. Durante varios años la directiva del Arsenal le ha prometido un dinero que nunca ha llegado y en la conferencia de prensa del viernes, tres días después de la reunión con Valdano y al día siguiente de una junta de accionistas en la que se le criticó por acabar la cuarta temporada en blanco, explotó: "Llegas a semifinales de la Champions, estás entre los cuatro primeros y cada día me siento como si hubiera matado a alguien. Es increíble". Además, la lucha entre los máximos accionistas (Alisher Usmanov y Stan Kroenke) está desestabilizando a un club que históricamente era una balsa de aceite.
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