"La presión la quiero yo. Es nuestra. No me apunto al discurso (expresado por el presidente Joan Laporta) de que no pasa nada. Sí que pasa, y mucho. Debemos tener esta presión. Mañana es una gran final y las finales se juegan con ambición, y debemos estar atentos a los pequeños detalles", argumentó el preparador barcelonista en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva del FC Barcelona.
"Sí que pasa algo mañana en el Santiago Bernabéu, donde tenemos que ganar", añadió Guardiola, quien ha garantizado que le ha resultado más cómodo preparar el clásico de vuelta, después de que en el de ida rechazase el ambiente que se había creado cuando se le exigía al Barcelona "una victoria por 6-0".
"La preparación del partido de ida fue bastante incómoda. Mejor ahora", garantizó el técnico, que subrayó que el Barcelona, que lleva seis meses de líder, ha llevado con "dignidad" esta situación y que allí arriba "hemos sido guapos y resultones".
Guardiola ha marcado insistentemente ante los medios, hasta siete veces, la idea con la que saldrá mañana su equipo, y no es otra que la de "ir a ganar el partido, sin especular", subrayó, a la vez que significó que las cuentas para saber qué será de su equipo en la Liga en el camino hacia el título las hará tras el encuentro del Bernabéu.
"El partido de mañana marcará la Liga. A partir de entonces, diré cuántos puntos necesitaremos para quedar campeones de Liga", razonó el preparador barcelonista, quien cree que mañana el Real Madrid "saldrá con intensidad y a buscarnos".
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